lunes, 30 de mayo de 2016

¡Nos vamos al Caurel!

       A diferencia de otros ciclos en los que los alumnos sólo aprenden con clases en las que sólo se da teoría, nosotros tenemos la gran suerte de aprender diferentes conocimientos realizando actividades y salidas divertidas a la par que educativas y formativas para el día de mañana. Una de estas actividades fue la salida al Caurel.

       Esta salida tuvo una duración de dos días (Jueves y Viernes) en los cuales hemos realizado diversas rutas de senderismo y, al mismo tiempo, hemos convivido, aprendido y reído todos juntos.

       La aventura comenzó con el viaje en bus hasta el albergue. Durante dicho viaje hemos empezado a divertirnos con diferentes bromas y hemos empezado a hacer más grupo.
 

       Cuando llegamos al albergue, nos dispusimos a dejar todas las cosas que no necesitábamos para la ruta de senderismo y cogimos la comida y las diferentes cosas que podían ser útiles tales como agua, chubasqueros, etc. Nos subimos al bus y éste nos llevó al inicio de la ruta que íbamos a realizar. Esta ruta consistía en un pequeño ascenso por caminos de montaña en la cual pudimos observar la diversidad de especies vegetales que había según íbamos ascendiendo o según se situaban al lado de pequeños riachuelos o no. Esta tarea nos llevó realizarla unas 5 o 6 horas. 

       Durante el trayecto, además de disfrutar de las preciosas vistas que nos mostraba la naturaleza, nos hemos divertido con caídas, diferentes bromas y canciones que cantábamos durante el camino. También, hemos aprendido cómo podíamos diferenciar un camino de dificultad leve de uno de dificultad media o alta o una ruta de larga distancia de una de corta.



        Estuvimos toda la mañana andando por los diferentes caminos los cuáles estaban embarrados, ya que no nos acompañó el tiempo, con diferentes obstáculos como piedras y ramas, pasamos por puentes de madera, atravesamos riachuelos, etc. Debido a esto, hubo diferentes caídas de pequeña gravedad que hicieron el camino más divertido y entretenido ya que, al final de la ruta, casi nadie quedó en pie. Sobre las dos llegamos a una pequeña zona en la que comimos y descansamos algo antes de continuar con nuestra ruta y llegar de nuevo al albergue.


       Después de comer, iniciamos de nuevo la andadura para llegar al albergue. Cuando llegamos al albergue, sobre las cuatro de la tarde, teníamos un tiempo libre antes de ir a cenar. En este tiempo algunos decidieron cambiarse y descansar, otros cambiarse e ir al pueblo a comprar provisiones y otros decidieron ir al río a refrescarse un poco antes de cambiarse. Yo personalmente, decidí ir al río a pesar de que el agua no debía de estar caliente. Sólo fuimos unos cuantos valientes los que nos atrevimos a tirarnos al río. Pasamos unos momentos de risa, diversión y cierto sufrimiento.



       Después de este tiempo de descanso, nos dispusimos a cenar todos juntos y luego nos fuimos todos a las habitaciones dónde algunos descansaron y otros no tanto...


       Superado el primer día, nos levantamos a las 9:00h para desayunar y de nuevo hacer una nueva ruta, esta vez de menor distancia, antes de volver y dar por finalizada esta aventura. Esta segunda caminata la realizamos por caminos más sencillos pero más complicados de llevar ya que casi todos estábamos cansados del día de ayer y también, la mayoría de la ruta era ascender, lo cual era más complicado para seguir. A pesar de todo esto pasamos una buena mañana disfrutando de los compañeros y de la naturaleza.

        Al llegar al albergue, comimos todos juntos, cogimos todas nuestras cosas y nos dispusimos a realizar el viaje de vuelta a Lugo.

       Este viaje fue una gran experiencia que volvería a repetir ya que no pude tener mejor compañía y no lo pude pasar mejor. Espero tener más oportunidades de realizar más actividades como esta ya que, a parte de aprender, te diviertes y lo pasas bien con gente que merece la pena.





lunes, 9 de mayo de 2016

¡Un día diferente, un día de rafting!

       El rafting, a parte de ser una actividad de aventura muy solicitada, es una actividad muy educativa en cuanto a metodología y conocimiento sobre qué es, cómo se practica y las medidas que hay que tener y saber para ser un buen monitor en este campo. Por ello, hemos experimentado un día practicando y aprendiendo sobre esta modalidad.

       Al llegar al lugar en el cual los monitores del rafting nos estaban esperando, dichos monitores nos dieron la bienvenida y nos dijeron que era imprescindible que nos pusiéramos un neopreno y un casco para asegurar nuestra seguridad. En cuanto nos equipamos con todo lo necesario, nos dividimos en grupos de 8 (contando con el monitor) y nos acercamos a las diferentes embarcaciones. A parte del neopreno y el casco, también tuvimos que llevar un chaleco para mayor seguridad en caso de caer al río.

       Antes de coger la embarcación y enfrentarse a los diferentes retos que nos rendía el río, los monitores nos explicaron una serie de normas importantes que debíamos de tener en cuenta y cosas que nos podían pasar como:
  • Caer al río: En este caso el sujeto que caía al río debería de buscar el mango del remo de uno de sus compañeros de la embarcación, ya que estos tenían que intentar ayudarlo. En caso de no lograr agarrar la pala, el sujeto debería de dejarse llevar por la corriente siempre intentando mantener una posición concreta (boca arriba, viendo los pies para evitar posibles daños con rocas u objetos submarinos e intentar alejarse de las orillas).
  • Evitar y tener cuidado a las ramas u objetos con los que nos pudiésemos hacer daño.
  • Hacer caso y obedecer en todo momento a las órdenes del monitor.
       Estas eran algunas de las cosas que nos dijeron para concienciárnos de que, aunque esta actividad resultaba ser muy divertida, también era una actividad con cierto riesgo, sobre todo cuando los practicantes son unos principiantes. Después de conocer las normas y todo lo que deberíamos de saber antes de meternos en el río nos pusimos en marcha y nos acercamos a la orilla del río con la embarcación para subirnos y empezar la aventura.

Una foto en grupo antes de comenzar la aventura

       Al principio de esta pequeña aventura, todos íbamos un poco con miedo debido a que, aunque sabíamos qué nos íbamos a encontrar gracias a la información que nos dieron los monitores, no sabíamos cómo íbamos a reaccionar nosotros contra las diferentes dificultades del camino.

       Debido a esto, nuestra embarcación (formada por: Roy Varela, Lucía, Adrián Paz, Víctor, Diego García, Iván, yo y la monitora) fue la primera en perder un miembro del equipo. El primero en caer al agua fue Adrián Paz, el cual no logró agarrar nuestras palas y tuvo que ser rescatado por los miembros de la segunda embarcación. 

       Después de recoger al miembro perdido, seguimos avanzando por el río superando rápidos, objetos como piedras y ramas y hasta una presa. Fuimos capaces de recorrer el río y sortear estes obstáculos gracias a que hacíamos caso a las normas que nos indicaba la monitora, que iba dirigiendo la embarcación desde la parte posterior de la misma, siempre en equipo.

       A parte de estar en la embarcación y avanzar a través del río Ulla, también tuvimos tiempo de aprender cómo se sube a la embarcación cuando estas en el agua, cómo ayudar a un compañero que está en el río y, hasta nos tiramos a darnos un baño y jugamos con la embarcación en los rápidos dando vueltas e intentando hacer trucos divertidos.

 Imagen de algunos compañeros intentando llegar
a su embarcación después de tirarse al agua desde una roca.

       Mi conclusión de esta pequeña salida es que se puede aprender realizando actividades divertidas y entretenidas, que no es sólo cosa de libros y de estudiar utilizando los métodos clásicos, sino que también es posible formarse viviendo experiencias únicas.

       Aquí os dejo alguna de las imágenes destacadas de nuestra pequeña escapada para que os animéis a vivir esta experiencia tan divertida!