domingo, 1 de noviembre de 2015

¡De vuelta a la piscina!

       El pasado lunes hemos retomado nuestras clases de natación en la piscina de Frigsa. Durante esta sesión, nos hemos centrado más en perfeccionar nuestra técnica de braza, crol y espaldas y, para ello, utilizamos diferentes objetos que son muy útiles a la hora de enseñar a un principiante todas las características de los diferentes estilos de la natación.

       Primero hemos empezado con el estilo braza. En esta ocasión, nos hemos fijado principalmente en el movimiento de brazos, el recobro y la tracción. Estas dos fases no se realizan a la misma velocidad, el recobro es más rápido que la tracción. En el recobro, el nadador debe de buscar sacar los brazos lo mas rápidamente posible para iniciar así la fase de tracción que, al contrario que el recobro, es más lenta. Los brazos y las palmas de las manos no siguen un mismo eje de movimiento, sino que realizan varios movimientos hacia fuera y hacia dentro buscando la mayor resistencia al agua posible, ganando así impulso y longitud de desplazamiento para dicho nadador. En la tracción se pueden distinguir dos fases:
  • Agarre o barrido hacia afuera
  • Tirón o barrido hacia adentro
       

       Después de nadar al estilo braza, hemos empezado a pulir nuestra técnica de espaldas. Para ello, hemos utilizado dos objetos para facilitarnos el aprendizaje de dicha técnica. Los objetos utilizados fueron las aletas y las tablas.

       Primero nos hemos centrado en el rolido del cuerpo, muy importante para que el nadador ejerza una menor resistencia al agua y para proporcionarle mayor desplazamiento. También, nos hemos detenido en la acción de los brazos, el recobro y la tracción. Esto lo hemos practicado de forma específica, es decir, primero realizábamos la tracción y el recobro del brazo derecho solo, realizando un rolido adecuado y luego hacíamos lo mismo pero solo con el brazo derecho. A continuación ya realizábamos los movimientos de los dos brazos. Para centrarnos y practicar solo los movimientos del tren superior, nos hemos ayudado de una tabla que colocábamos entre las piernas y que nos facilitaba la flotabilidad y nos permitía olvidarnos un poco del tren inferior. 




       Para finalizar realizamos un pequeño ejercicio de resistencia, de unos 10 o 12 minutos, que consistía en aguantar este tiempo nadando media piscina a crol y media a espaldas. Este tipo de ejercicios son muy importantes porque el nadador tiene que tener una gran resistencia para no agotarse y así poder desplazarse y realizar los diferentes estilos adecuadamente.

       Como para ser un buen técnico tenemos que, a parte de saber las diferentes técnicas de los estilos, saber observar, corregir y valorar a los principiantes o nadadores, hemos organizado diferentes grupos para observar los diferentes estilos y maneras que tenían nuestros compañeros de nadar a espaldas.


       





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